Cuando la vida nos lanza gastos inesperados, como una renovación del hogar, una boda o incluso un funeral, muchas personas optan por usar crédito en lugar de efectivo. El crédito es especialmente útil cuando un gasto nos toma por sorpresa y no tenemos suficiente en nuestro fondo de emergencia para cubrir el costo del gasto. Un préstamo personal y una línea de crédito personal son ambas opciones de crédito disponibles. Y aunque pueden sonar como lo mismo, en realidad son diferentes de muchas maneras.
¿Qué es un préstamo personal?
Un préstamo personal es una forma de crédito que se otorga al prestatario como una cantidad única. Se puede usar para pagar casi cualquier compra grande, como una renovación del hogar o facturas médicas. Un préstamo personal incluso puede usarse en emergencias inesperadas si un fondo de emergencia no está ya establecido o no cubre todos los gastos.
Las personas también utilizan préstamos personales como una forma de consolidación de deudas. En la consolidación de deudas, se pagan varias deudas en un solo monto. Lo que sucede es que una persona solicita un préstamo personal por una cantidad específica de dinero y luego usa el dinero del préstamo para pagar uno o más saldos de tarjetas de crédito que tienen tasas más altas de interés que el préstamo personal que acaban de obtener. Esto puede ser útil para ahorrar en pagos de intereses, pero aún deja a una persona en deuda ya que ahora tienen que pagar el préstamo de consolidación.
Deberás devolver la cantidad del préstamo con intereses en cuotas mensuales que son fijas e iguales. Los préstamos personales generalmente tienen un término de dos a cinco años, pero a veces pueden ser reembolsados en el transcurso de siete años.
¿Qué es una línea de crédito personal?
Al igual que un préstamo personal, una línea de crédito personal (PLOC, por sus siglas en inglés) también se puede usar para gastos grandes. Sin embargo, como una tarjeta de crédito, es una forma de crédito rotativo.
Con una línea de crédito personal, se otorga un límite de crédito y un prestatario puede gastar hasta esa cantidad específica. A medida que se realizan pagos mensuales hacia el saldo que se ha gastado, el crédito disponible se restaura. El dinero se gasta según sea necesario y el interés solo se paga sobre lo que se ha pedido prestado. Una línea de crédito personal difiere de un préstamo personal en la forma en que, con un préstamo personal, el prestatario necesita saber exactamente cuánto necesita pedir prestado.
Con una línea de crédito personal, un prestatario necesita entender el período de disposición y el período de pago. Durante el período de disposición, un prestatario puede pedir prestado tanto como necesite, pero una vez que el período de disposición termina y comienza el período de pago, ya no puede pedir más crédito. Pagar la deuda puede ser complicado, y es fácil quedarse atrás, especialmente cuando surgen situaciones inesperadas, como la pérdida de un empleo o una disminución inesperada de ingresos.
¿Cómo deberías manejar un préstamo o línea de crédito?
Independientemente de si un préstamo personal o una línea de crédito personal es la mejor opción para un prestatario, siempre es importante asegurarse de que se establezca un plan para pagarlo. Un consejo es solo asumir una deuda que sea asequible devolver, pero si ocurren problemas y la capacidad de pagar tu deuda se ve afectada, es posible que debas buscar ayuda profesional, como la asistencia de una firma de liquidación de deudas.
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Obtener un préstamo personal o una línea de crédito puede parecer atractivo. Desafortunadamente, cuando la vida nos sorprende con cargas financieras inesperadas, es fácil quedarse atrás en los pagos mensuales asociados con estas formas de crédito. Si te encuentras en esta situación estresante, no entres en pánico, CuraDebt está aquí para ayudar. Tenemos un equipo de profesionales de alivio de deudas que están aquí para ayudarte. Llámanos gratis hoy para saber cómo podemos ayudar. 1-877-850-3328.
