La Consolidación de Deudas y la Negociación de Deudas son dos formas de gestionar deudas pendientes. Ya sea de tarjetas de crédito, préstamos u otras deudas acumuladas, la decisión de resolver este problema puede contribuir significativamente a reparar una calificación dañada. Existen algunas diferencias reales entre los dos métodos.
La consolidación de deudas se puede realizar de varias maneras. Una es consultar con un banco que se especialice en este proceso y ver qué tipo de programas están disponibles. En este caso, los tipos y la cantidad de interés serán los factores decisivos. Es posible que el prestamista pueda ayudar a negociar los términos con los acreedores y reducir las cantidades. Es importante aquí tener documentación precisa y trabajar para evitar sanciones e incumplimientos que aparecerán en las calificaciones crediticias. Debería esforzarse por encontrar los mejores términos, calendarios de pago y el interés más bajo del banco con el que decida trabajar. Aunque muchos prestamistas publicitan este servicio, es importante investigar su reputación, cualquier queja que puedan tener y otros problemas de licencias.
El otro método, la negociación de deuda, a menudo se logra a través de los servicios de una agencia, generalmente sin fines de lucro, que ayuda a los deudores que desean pagar sinceramente sus deudas. A través de acuerdos, el deudor y la agencia trabajan para organizar los términos de pago, reduciendo las tasas de interés y, a menudo, la cantidad adeudada. La agencia negocia con los acreedores y organiza los términos, un calendario de pagos, y un monto mensual. La agencia paga a los acreedores en nombre del deudor y, con el tiempo, las deudas se pagan y la puntuación de crédito se restaura o incluso aumenta. Las ventajas de la negociación de deuda son numerosas. La simplificación, mejores términos y calendarios de pago, y muchas veces la reducción de gastos generales son beneficios genuinos de este método.
Tanto la consolidación de deudas como la negociación de deudas son formas convenientes de lidiar con la deuda acumulada. Muchos estadounidenses están tratando de reparar las calificaciones crediticias que se dañaron durante la reciente recesión económica. En muchos casos, los intereses de las tarjetas de crédito, la pérdida de salarios y empleos se sumaron a una grave dificultad. Poder reparar y reconstruir el crédito ayudará a restablecer el nivel de vida anterior y contribuirá a la recuperación financiera general y la confianza del consumidor. Todos se beneficiarán de abordar la deuda de manera responsable. Estos dos métodos y la existencia de agencias confiables y éticas son soluciones viables para este problema.